viernes, 26 de febrero de 2010

Códigos.-

Creo que las amistades tienen un límite llamado CÓDIGOS, el cual todos suelen tener el día que se forma la amistad. Sin embargo, poco a poco los códigos se pierden por motivos diferentes y es ahí cuando uno se da cuenta quien es realmente tu verdadero amigo y quien es simplemente tu amigo. Por ejemplo, en 2007 me gustaba un chico y se lo había dicho a mis dos mejores amigas. En el cumpleaños de una de mis mejores (al cual no pude ir por el cumpleaños de mi tía) la chica del cumpleaños se comió al chico que me gustaba. En su momento, como es de esperarse, me enojé como nunca antes, mas terminé olvidando el asunto. ¿Quién iba a decir que un año después iba a estar en el mismo lugar (o, mejor dicho, en uno peor) que el de mi ex-mejor amiga? Sí gente, fui tan hija de puta que me cagué en la amistad y dejé que mis hormonas reaccionaran frente a cualquier uso de razón que podría haber tenido. Lo admito abiertamente, TENGO POCOS CÓDIGOS. Y digo pocos porque nunca le haría eso a ninguna de mis verdaderas amigas. Ellas saben quienes son, no hace falta que las nombre, pero a lo que voy es que una vez que esos códigos no se respetan la amistad se rompe y, lamentablemente, es irrecuperable.
También, sé de casos en el que Ana y Lola son mejores amigas, casi hermanas. Ana se come a Juan en un cumpleaños, cuando se ven se lo termina comiendo, en el verano se van al mismo lado de vacaciones y, obviamente, se lo come y, cuando llega ese día en el que Juan rebota a Ana porque está atrás de otra chica, en el cumpleaños de una amiga en común de ambos, Lola tiene el descaro de comerse a Juan, sabiendo que su mejor amiga Ana fue rebotada por Juan y que estaba pasando la puerta del garage. Otro caso, Pepe se chamuya a Ana por meses, Ana le da cabida, Pepe le corta el mambo después de un tiempo y la garca de Lola se come a Pepe. Después de todo esto, Ana y Lola siguen siendo mejores amigas y yo me pregunto: Ana, ¿vos sos pelotuda o estás estudiando para recibirte? Una cosa es que te comas al pibe de tu mejor amiga pasado un año, cuando sabes que ninguna de las dos partes tiene onda, NO cuando sabes que tu mejor amiga le sigue teniendo ganas. Esas cosas ni yo soy capaz de hacerlas.
Otro de los temas, dejando de lado a los hombres, es el tema de la confianza y la sinceridad. Si una amiga te pregunta cómo le queda una remera hay dos formas de responder:
Positivamente,
- Te queda divina, me encanta como te queda ese color.
Negativamente,
- ¿No te gusta más en color verde? No tenés ninguna remera verde y ese color te queda re bien con tu color de pelo.
NUNCA, y creo que soy clara cuando te digo que NUNCA, podes responder negativamente de esta forma:
- Ay te queda horrible, te hace ver gorda y te marca los rollos de costado. A mi, ninguna de las remeras que me pruebo me marcan.
Realmente es una forra la pelotuda que te dice eso, y créanme cuando les digo que las hay. No cuesta nada disimular tu desagrado por el mal gusto que tiene tu amiga a la hora de ir de shopping y renovar su guardarropa, simplemente necesita una buena amiga dispuesta a recorrer millones de cuadras para conseguir ESO que busca. No es tan difícil ni es ningún sacrificio. El acompañar a una amiga de compras por los lugares más reconditos de la Capital Federal y alrededores es un código básico a la hora de entablar una amistad. "Siempre estarás dispuesta a organizar una salida de compras con amigas." Ley del Código de Amistad.
También está el código llamado Sinceridad Ante Todo. Una cosa es decir "Sinceramente, no me gusta eso de ir a un boliche y comerme a un pibe.", otra muy distinta es decir "Tampoco quiero ir a bailar y ser como vos.". Sin nada de carpa, eso quiere decir SOS PUTA. Eso no es ser sincera, es ser FORRA. Forra e hiriente. Obviamente si te dicen eso te vas a enojar y, obvio, me enojé. Me enojé, perdoné, pero NO olvidé. Y duele mucho que una amiga te trate así cuando no sabe como sos ni que pensás ni lo que hacés cuando salis, porque una amiga que no conoce la otra cara de su amiga no está derecho de opinar, o por lo menos de hacer un comentario tan hiriente. Y, como dice el grupo de Facebook: "Hay mucha gente que llegó tarde a la repartición de Códigos", pero hay mucha más que ni siquiera fue a buscarlos.

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